Su expresión hace referencia a la corrida de toros, un espectáculo que nació en España en el siglo XII y practica también en Portugal, sur de Francia y en diversos países de Hispanoamérica, como México, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Panamá y Bolivia. Es también espectáculo de exhibición en China, Filipinas, Estados Unidos y Cuba. Las corridas de toros han despertado vivas polémicas desde sus mismos comienzos entre partidarios y detractores. Muchos piensan que la tauromaquia es una demostración de valentía, de hombría, también lo llamarían muchos, pero eso no demuestra nada. Primordialmente, es una tradición que trae consigo mucho maltrato, y mucha tortura. Es el sufrimiento de un ser sintiente, que siente dolor… como todo ser con sistema nervioso. La tauromaquia no es arte ni cultura, simplemente es la tortura hacia un ser. Empezando con el hecho que no se enfrentan al toro como es en su bienestar, sino que se lo maltrata antes del llamado “espectáculo” para así generar mas debilidad en el animal y que el torero se sienta mas seguro.
En sentido amplio, la tauromaquia incluye además todo el desarrollo previo al espectáculo como tal, desde la cría del toro a la confección de la vestimenta de los principales, además del diseño y publicación de carteles y otras manifestaciones artísticas o de carácter publicitario, que varían de acuerdo a los países y regiones donde la tauromaquia es parte de la cultura nacional.