Antes de acabar en bandejas en los supermercados, los animales terrestres vivieron en la granja. El viaje de la granja al matadero se realiza cuando se considera que valen más muertos que vivos. La granja es una factoría de productos animales, no una acogedora residencia donde los animales disfrutan y se alimentan. La llamada a la rebelión es clara: la granja es un infierno para los animales. La típica imagen publicitaria de una granja con animales felices es sencillamente falsa. Las granjas modernas funcionan como cualquier otra factoría: a mayor producción mayor beneficio. Esto supone para los animales una vida llena de sufrimiento y un transporte al matadero en condiciones de hacinamiento extremo. Una vez en el matadero sufrirán una muerte horrible. Los métodos del matadero están pensados para poder matar al mayor número de animales en el menor tiempo posible.